viernes, 4 de diciembre de 2009

Para Yuka

¿Quién te iba a decir, y a mi también, Yukita, que ayer, cuando me levanté a las tres y media de la mañana para sacarte a hacer tus cosas, (recuerdo que te asustaste un poco al verme), sería la última vez que te sacaría? Que sería la última vez que te llevaría en brazos de vuelta a la cuna para que siguieras durmiendo.
Que no voy a volverte a ver más, ni a acariciarte las orejas, ni a abrazarte, ni te llamaré a comer ni a ponerte tus bolitas… Que cuando llegue a casa ya no podré preguntar ¿qué tal se ha portado hoy?, ni podré saludarte ni darte almendras ni dejar que chupes el yogur… Ya no estarás en Navidad para comer el cordero que tanto te gustaba, o el pollo, o cualquier cosa que cayera de la mesa…
Cada vez que entro en la cocina miro tu cuna vacía. Aunque sé que no estás, la miro.
¿Dónde estarás ahora?
Ayer por la tarde, cuando llegó Cucho, estabas tumbada en el suelo y ni siquiera hiciste un esfuerzo por levantarte para saludarlo. Ya no podías y lo sabías, Yuka. Ya estabas vencida, mi niña.
La última vez que te vi, parecías un trapito en manos de la veterinaria.
Sedada, parecías ya muerta, cadáver. Los cuatro te despedimos entre caricias y llorando a moco tendido. No dejo de llorar mientras escribo esto.
Te echamos mucho de menos, Yuka, mucho. Pero nos consuela saber que te hemos evitado sufrimiento y agonía, que no merecías.
Ahora me arrepiento de no haber pasado más tiempo contigo, de no haber jugado más, o de haberte dado algún cachete. Lo siento mucho. Has sido la mejor perra del mundo, la mejor.
No sabíamos que nos ibas a doler tanto.
Nunca te olvidaremos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Yuka

Hoy es un día triste para mí. Y para mi familia.
Después de 14 años con nosotros, nos ha dejado nuestra perra, Yuka, una cocker spaniel.

Hemos tenido que sacrificarla, porque ya estaba muy mal. No se tenía en pie, y en las heces aparecía sangre. Se le habían caído algunos dientes, se le marcaban los huesos de las caderas y llevaba algún tiempo ya sorda. Ya no ladraba, y cuando la hacía no era ni sombra de los ladridos que daba cuando estaba bien.

Hoy no ha querido comer ni beber nada, y no se sostenía en pie. Se caía a los lados. Le costaba mucho levantarse y tumbarse.
Ni siquiera se ha quejado cuando le han puesto la inyección para dormirla, que según la veterinaria, duele bastante.

Nunca te olvidaremos, Yuka. Eres una más de la familia. Te queremos.
Descansa en paz.

martes, 17 de noviembre de 2009

De vampiros y continuaciones

Sin ninguna duda, el mejor libro de vampiros hasta la fecha es "Drácula", de Bram Stoker. No sólo por ser una gran historia, sino por ser literatura pura, con la dificultad añadida de estar escrito en forma de cartas y diarios.
Estos días, un tataranieto de Stoker publica una continuación: "Drácula, el no muerto". A pesar de que ha habido críticas tanto a favor como en contra de este libro, tengo muchas ganas de leerlo y reencontrarme con Jonathan, Mina, Van Helsing... Pero antes, por este y otros motivos, quiero también volver a leer "Drácula".

Ayer Dacre Stoker, el tataranieto, respondió a preguntas de los internautas en un encuentro llevado a cabo en elmundo.es.
Esta fue mi pregunta, y su respuesta:

14. Buenas tardes, señor Stoker: Estoy deseando leer su libro, aunque antes debo releer "Drácula".Muchos se han rasgado las vestiduras, incluso sin haber leído su libro, por su atrevimiento de hacer una continuación del clásico. ¿Cree usted que su bisabuelo estaría satisfecho con "Drácula, el no muerto"? PD: Estoy intentando escribir un libro de vampiros y tengo el siguiente problema ¿Cómo inmovilizaria, sin matar, a un vampiro? Muchas gracias y suerte.

Sí, creo que estaría satisfecho porque he continuado su relato con los mismos personajes con un enfoque similar, aunque más moderno. Al fin y al cabo mi novela comienza 25 años después del final de Drácula y los personajes sin duda sufren la influencia de los hechos que tienen lugar en el relato de Bram. Sobre tu última pregunta: utilizar una pizca de ajo y un poco de luz solar.



Ni que decir tiene que la segunda respuesta no me gustó nada...

sábado, 7 de noviembre de 2009

"El síndrome de Ambras", de Pilar Pedraza



Título: El síndrome de Ambras

Editorial :Valdemar

Colección: El Club Diógenes

Literatura fantástica y de terror

1ª edición: mayo 2008

268 Páginas



Sinopsis:

"El síndrome de Ambras, última novela de Pilar Pedraza, es una inquietante narración gótica de ambientación histórica cuyo título hace referencia a esa extraña y siniestra enfermedad consistente en una aparición anómala y excesiva de pelo. Lord Alexander Ashton, un apuesto noble inglés ha sido comisionado para hacer determinadas gestiones secretas cerca del gobierno español en pleno trienio liberal (1820-1823). El viaje a caballo y en carruaje, de posada en posada, por la geografía española, acompañado por su joven mujer de origen vasco, lady Florence Losada, su ayuda de cámara y amigo Brian O’Casey, y la doncella Emily Farrell, prima de Florence, irá adoptando un sesgo terrible y parejo a la evolución del extraño mal que ha hecho presa en lord Alexander, y que tal vez tenga alguna relación con la temida licantropía."
¡Qué difícil es encontrar hoy día un libro de terror que realmente provoque terror! Nada sabía de Pilar Pedraza hasta que encontré por casualidad en un foro de literatura referencias a ella en términos como "Pilar Pedraza es una de las plumas de más calidad del fantastico español y con una imaginacion a la altura de su escritura", "una de las más destacadas representantes de la novela gótica contemporánea en España", "una de las mejores (por no decir la mejor) escritoras de España".
Ante semejante cantidad de elogios y parabienes, un amante de la literatura de terror (que en estos tiempos aspira a sentir si no terror, al menos miedo) no podía dejar pasar la oportunidad de conocer su obra.
Y así me hice con "Arcano trece", trece cuentos inspirados en la muerte (decimotercer arcano del tarot). Pasó lo que suele suceder casi siempre. Me decepcionó mucho. De los trece cuentos, sólo me gustaron tres o cuatro, (siendo muy reseñable el primero de ellos, Mater Tenebrarum) pero ninguno de ellos me pareció especialmente terrorífico o fantástico. Otra cosa es la prosa. Escribir escribe fantásticamente bien. De p... madre. Y por eso la lectura se hace amena y ligera. Sin complicar al lector en frases infinitas ni interminables descripciones. La verdad es que es un placer leerla. Lástima que los argumentos no hayan acompañado al alto nivel de la escritura.
Por eso decidí darle una segunda oportunidad y conseguí "El síndrome de Ambras", su más reciente novela. Y eso, después de preguntarle al librero si la había leído (descubriendo que era miembro de la Pedraza's Fan Club, que había leído todo de ella y procuraba tener siempre stock de sus novelas). Tras comunicarle la impresión que tuve de "Arcano trece" y consultarle mi intención de leer algo terrorífico esta fue su recomendación.
Y entonces ahora dudo. O mi concepción de lo que es el terror difiere de lo que entiende mi librero, o soy yo el que no se asusta ante nada... Porque lo cierto es que este "El síndrome..." de terror, nada de nada, y de miedo tampoco. Sigue estando bien escrita, al igual que los cuentos mencionados anteriormente, pero nada más.
En resumen, si se quiere pasar un rato entretenido leyendo, Pedraza es muy recomendable.
Si lo que se quiere es pasar miedo, mejor probad con otro libro.

lunes, 5 de octubre de 2009

"La chica de al lado"


AUTOR: Jack Ketchum
EDITORIAL:La Factoría de Ideas
PÁGINAS:320





Si mal no recuerdo, que es muy posible, creo que fue Wes Craven (el director de "Pesadilla en Elm Street", "Scream", "Las colinas tienen ojos",...) quien al ver la escena de la oreja durante la proyección de "Reservoir dogs", no pudo soportarlo y salió del cine. Si es o no cierto no puedo asegurarlo.

Lo que sí recuerdo es que pensé que no era para tanto después de la cantidad de salvajadas que él mismo había filmado. Craven argumentaba que lo que él rodaba era ficción, pero que los personajes de Reservoir Dogs, eran reales, y eso es lo que no soportaba: tanta violencia en el mundo real.


Aún así, seguí pensando que Tarantino era un genio y Craven simplemente un envidioso.


De esto hará unos diecisiete años más o menos.


Hace unos días me hice con el libro de Jack Ketchum "La chica de al lado". Lo leí de un tirón. De estilo claro, sencillo, agil lectura y sin barroquismos ni descripciones interminables.

Pero duro. Extremadamente duro. Brutal. De hecho creo que es el único libro que he estado a punto de abandonar por su alto grado de crudeza y salvajismo (y eso que no soy fácilmente impresionable). Sin embargo, puede más el morbo que la repulsión y el saber cómo acabará.

Y no es de vampiros ni hombres lobo ni chorradas del estilo. Es gente normal y corriente, y lo que es peor: niños.


Anarroseo la sinopsis de aullidos.com:
"Los suburbios en una ciudad cualquiera de los Estados Unidos en los años 50. Calles sombreadas, con el césped bien cortado, árboles en líneas perfectas y casas acogedoras. Un lugar tranquilo y bonito donde crecer, siempre que no seas la adolescente Meg o su hermana tullida Susan.
En una calle sin salida, en un oscuro y húmedo sótano de la casa Chandler, Meg y Susan, cuyos padres han muerto, están cautivas a manos de una tía lejana que está cayendo progresivamente en la locura. Una locura que está trasmitiendo a su familia, y finalmente al barrio entero."
Un libro que no se olvida y que os recomiendo, aunque repito: no es para todos los estómagos.
PD: después de leerlo me enteré de que está basado en un caso real. Incluso la han adaptado al cine (An American Crime) con Ellen Page ("Juno").

jueves, 10 de septiembre de 2009

Paladino

Con bastante tardanza subo el micro del que hablaba en el post anterior (el que se publicó en el librito de "El vino y los 5 sentidos") :

Paladino

-Paladino, vecino, latino... ¡Ay, san Juan Divino! ¡Qué complejo es labrarse una reputación y ser el primer poeta en lengua castellana en mi escaso tiempo de holganza! –Gonzalo dejó el cálamo, abandonó el scriptorium con cuidado de no tropezar con los copiosos y gruesos volúmenes que, en su labor, había ido diseminando a sus pies, y encaminó sus pasos al mirador. Posó su mirada, cansada ya de tanto forzarla, en las viñas que ante él se mostraban. Vio a varios hombres trabajando en ellas, pero desde donde se hallaba no acertaba a distinguir a unos de otros. ¿Era aquel Fabián o Antonio? Tanto daba.
Al cabo, diose cuenta de la sequedad de su garganta y quiso remediarlo en el refrectorio. Llenó un vaso de vino y lo saboreó mientras en su cabeza seguía buscando la rima faltante: “paladino, vecino, latino,...”

martes, 4 de agosto de 2009

Pluma, papel y vino



Hoy en el buzón tenía un sobre algo más grande de lo normal. Iba dirigido a mi, y lo remitía la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno de La Rioja.

Intrigado lo abrí y, ¿qué encontré? Un libro titulado "Pluma, papel y vino", con el subtítulo "I Certamen Internacional de Literatura Hiperbreve El Rioja y los 5 sentidos". Ya ni recordaba que participé en ese concurso el año pasado.


Según la web de "El Rioja y los 5 sentidos" de las 542 obras presentadas por 275 autores de todo el mundo, se han seleccionado un centenar, y se han incluido en la publicación Pluma, papel y vino, junto con ilustraciones alusivas al mundo del vino y a los textos seleccionados.


El jurado estuvo compuesto por el escritor Andrés Pascual, por el escritor y guionista Bernardo Sánchez, por el profesor de Filología Hispánica de la Universidad de La Rioja Miguel Ángel Muro y por el presidente de la Asociación de la Prensa de La Rioja, Javier Alonso.

Una de esas obras, "Paladino", es mía. Que de 542 textos elijan 100 y uno sea el tuyo... no sé cómo decirlo, pero vamos, que te alegra el día.

PD: Ya se ha convocado el II Concurso Internacional de Literatura Hiperbreve, en colaboración con la empresa Pompas de Papel, con el fin de fomentar la creación literaria en torno al mundo del vino. El plazo de presentación de obras está abierto desde el 24 de julio hasta el 12 octubre, y puede accederse a las bases en el enlace de arriba.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Artículo de Diego Marín en el periódico "La Rioja"


Cuando más oportunidades parece haber para publicar y más editoriales ofrecen la posibilidad de editar incluso pagando el autor el libro, aún hay quien opta por ir por libre. La autoedición continúa siendo una opción, más cuando la impresión digital que ya ofertan algunas gráficas permite las tiradas reducidas y, por tanto, de menor coste económico. El control sobre la gestación de la obra es mayor, algo en lo que coinciden los logroñeses Diego Palacios, Fernando del Hoyo, Diego Collado y Antonio Gómez García, que acaban de autopublicar sus libros.


El artículo entero aquí.

lunes, 23 de febrero de 2009

Por una vez se hizo justicia

Y el ganador no podía ser otro...



sábado, 31 de enero de 2009

"Empire State"

He aquí mi particular homenaje a alguien que este año celebra 70 años. No doy más pistas para no desvelar la ¿sorpresa?:


"Empire State"



La vida es dura. Dura y complicada. La mitad del tiempo te la pasas trabajando en una empresa de mala muerte, (siempre que tengas la suerte de trabajar), cobrando un sueldo miserable que a duras penas te sirve para cubrir el alquiler e ir tirando. Cero lujos. Ni Emma ni yo podemos permitirnos ir al cine o salir a cenar fuera o irnos de vacaciones. Tan solo en ocasiones muy muy contadas "invertimos" en ilusión y jugamos cinco cupones de lotería. La última vez, decidimos no volver a jugar. Lo decidimos no por el sacrificio monetario, sino porque era mucha la ilusión depositada que acababa rota. El dinero tirado y largamente ahorrado esperando conseguir a cambio montañas de más dinero no dolía tanto como la frustración de los castillos en el aire venidos abajo en breves minutos. Por eso nos resignamos a no volver a jugar más. Era muy duro ver a Emma, mi vida, mi esposa, disimulando la decepción, conteniendo lágrimas de amargura para volver a nuestra gris y rutinaria vida.
Pero eso fue la última vez... La siguiente... ¡nos tocó! Cincuenta millones de dólares. Cincuenta millones de dólares y cincuenta millones menos de preocupaciones. Adiós a las privaciones, adiós al trabajo mal pagado, mal considerado y peor agradecido; adiós al alquiler, la luz, el gas... hola casa en zona residencial; adiós madrugones y ropa vieja y remendada, adiós a cenar las sobras de la comida; hola Lacoste, Armani, Dolce & Gabanna... y ¡hola, hola, hola, vida nueva!
Lo primero que Emma y yo hicimos, después obviamente de comprar la casa, un coche, la ropa, relojes y joyas, fue contratar un viaje a Nueva York. Ya, ya sé. Puede que no sea la gran escapada, pero era una de las mayores ilusiones de Emma y desde que vimos en la tele "Tú y yo", con Cary Grant y Deborah Kerr, la ilusión de subir algún día al Empire State se acrecentó tanto que se convirtió en obsesión, así que qué mejor momento que este.
Nunca habíamos visto tal bullicio de gente. Todo el mundo iba como loco a lo suyo, con prisas, buscando taxis, mirando el reloj, hablando por el móvil... Nada que ver con la tranquilidad de B..., en donde todo era más pequeño, más "familiar". Y nosotros ahí, en medio de todo el maremágnum de gente, parecíamos chinos con el dedo siempre a punto en el disparador de la cámara de fotos.
Por supuesto, visitamos el Empire State, subimos todo lo alto que nos dejaron, que no fue todo lo que queríamos, y gastamos carrete y medio haciendo fotos desde todos los ángulos, haciéndonoslas a nosotros y pidiendo a la gente que también nos hiciera. En esos momentos el mundo se nos hacía pequeño y además era nuestro.
Visitamos más lugares famosos, por supuesto (ya he dicho que parecíamos y actuábamos como los típicos turistas), pero a mí, lo que me impactó por encima de cualquier monumento, fue lo que nos sucedió de vuelta al hotel.
Era ya tarde, sobre las once menos cuarto de la noche, y nos habíamos perdido. En el mapa, al que habíamos estado haciendo caso todo el día, no aparecía nada de lo que estábamos viendo. Los edificios parecían antiguos, pero era sólo eso, apariencia. Se veía que eran modernos aunque de aspecto gótico. Dimos vueltas y más vueltas al mapa, pero no conseguíamos nada. Un coche de policía apareció de la nada, con las luces y las sirenas encendidas y desapareció de nuestra vista. Pude fijarme en las iniciales que portaba en el lateral: "GCPD". ¿GCPD? ¡Qué raro!, pensé. Debería llevar las siglas NYPD, Departamento de Policía de Nueva York. Recuerdo también que me invadió un ligero temor. No me gustaban esas calles y se lo dije a Emma.
- A mí tampoco. Si vemos un taxi lo cogemos y que nos lleve al hotel - me contestó.
Seguimos caminando mirando alternativamente al mapa, a la calle y buscando un taxi.
Pasamos delante de un callejón mal iluminado, pero lo que vi fue lo que me hizo agarrar del brazo a Emma para que ella también lo viera: había un hombre de espaldas, en cuclillas, con un abrigo bueno (muy bueno, se notaba) dejando algo en el suelo. Al levantarse pudimos atisbar dos rosas en el pavimento. El misterioso hombre se dio la vuelta y dirigió sus pasos hacia nosotros. Era alto, de constitución atlética, pero su semblante era triste y taciturno. Pareció no haberse dado cuenta de nuestra presencia, así que le abordé:
-Disculpe, señor. ¿Puede ayudarnos?
-¿Si?
-Verá, estamos buscando el Hotel Ambassador y no hay forma de encontrarlo en este mapa.
-¿El Ambassador?
-Sí.
-Ese hotel está en Nueva York.
-Sí, claro, por eso lo estamos buscando.
-Entonces deberían buscarlo en Nueva York.
-¿Pero qué dice? Ya estamos en Nueva York.
- No, señores, ustedes no están en Nueva York.
-¿Ah, no? ¿Y donde estamos entonces?
-En Gotham.
-¿Gotham? ¿Está usted loco? Gotham no existe, es una ciudad ficticia.
-Créanme que a menudo deseo que así fuera.

Y diciendo esto, se despidió de nosotros y subió a una limusina en la que le esperaba un hombre de edad ya algo avanzada...

Publicado aquí y aquí.

domingo, 18 de enero de 2009

¡Feliz 200 cumpleaños!


Cada 19 de enero, desde mediados del siglo pasado, el sepulcro del Edgar Allan Poe amanece engalanado con tres rosas y una botella medio vacía de coñac, colocadas por un sujeto anónimo bautizado como 'Poe Toaster' (el que brinda por Poe).
¡Brindemos por él!